El impulso de las interconexiones eléctricas supondrá dotar de mayor seguridad, sostenibilidad medioambiental y competitividad al sistema eléctrico europeo.
El aumento de las interconexiones gasistas tiene un carácter geopolítico porque reducirá la dependencia del gas ruso.
Según el ministro de Industria, la reducción de la factura de la energía será mayor cuando se vaya aumentado el grado de interconexiones.