La compañía eleva sus previsiones hasta 2020, año en que prevé alcanzar los 3.500 millones de beneficios
Iberdrola ganó 2.705 millones en 2016, lo que supone un 11,7% más que el año anterior. La causa de los buenos resultados hay que buscarla en su negocio en EE UU, donde la empresa ganó un 53% más que en 2015. El beneficio bruto de explotación (Ebitda) se situó en 7.807,7 millones de euros, lo que supone un 5,5% más. Sin tener en cuenta el efecto del tipo de cambio, se incrementó un 8,2%.
La compañía invirtió 4.264,3 millones de euros durante el ejercicio pasado, un 32,3% más que en 2015. De este importe, el 90% se destinó a negocios regulados o con contratos a largo plazo y un 61% a crecimiento.
Hasta 2020 la empresa que preside Ignacio Sánchez Galán prevé elevar sus ganancias un 7,5% anualmente, lo que supone una variación significativa sobre el 6% previsto anterioramente. De esta forma, el beneficio neto se situará en torno a los 3.500 millones en 2020 y el bruto en 10.000 millones. Asimismo, en el citado periodo prevé invertir 25.000 millones, más de 1.000 de los previstos hasta la fecha.
Iberdrola propondrá a la Junta de Accionistas el pago de una retribución con cargo al ejercicio 2016 de 0,31 euros brutos por título, lo que supondría un incremento de casi el 11% respecto al importe comprometido el año anterior. La primera parte de la retribución, de 0,135 euros brutos por acción, se abonó ya el pasado enero a través del programa Iberdrola Dividendo Flexible. Esta cantidad se completará con un nuevo pago de, al menos, 0,175 euros brutos por título en julio.
Según la entidad, la evolución positiva del resultado permitirá aumentar progresivamente la remuneración anual a los accionistas, que se situará en 2020 entre 0,37 y 0,40 euros brutos por acción. Durante el periodo se mantendrá un suelo de 0,31 euros brutos por acción y un pay out (porcentaje del beneficio destinado a dividendo) de entre el 65% y el 75%.
La compañía prevé mantener su programa de dividendo flexible, así como los programas de recompra de acciones propias para su posterior amortización con el objetivo de estabilizar el número de títulos en torno a los 6.240 millones.
Para evitar el efecto dilutivo de la ejecución del programa de dividendo flexible, la compañía planteará también a la Junta de Accionistas, que se celebrará el 31 de marzo en Bilbao, una reducción de capital de, como máximo, el 3,41 % mediante la amortización de hasta 219,9 millones de títulos propios. El consejo de administración aprobó ayer poner en marcha un programa de recompra de acciones propias que afectará a un máximo de 31 millones de títulos, representativos del 0,48 % del capital.
La compañía ha destacado que continúa actuando como motor para el desarrollo económico y social de las regiones donde opera: 5.750 millones de euros de contribución fiscal directa y 2.638 nuevas personas incorporadas en 2016. Para 2017, el grupo que preside Ignacio Sánchez Galán espera una mejora operativa en los negocios de redes y renovables y un mantenimiento de la actividad en generación y comercial.
En España, 2016 se ha caracterizado por una alta producción renovable (40,8% del total) debido al fuerte incremento de la producción hidráulica (+25,3%), sector en el que Iberdrola tiene una alta presencia, especialmente durante el primer semestre del año.
La demanda fue ligeramente superior a la de 2015 (+0,7%), siendo la variación nula en términos ajustados de laboralidad y temperatura. La evolución del indicador del consumo eléctrico del conjunto de empresas e industrias muestra que, en los últimos 12 meses el consumo se ha estancado en niveles similares a los del año anterior