La energía solar fotovoltaica desempeña un papel clave en la lucha contra el cambio climático, ya que gracias a su competitividad económica es la fuente de energía más barata en los países que cuentan con un buen recurso. Como resultado, la energía solar fotovoltaica puede ayudar a elevar la ambición de las políticas de descarbonización de muchos países para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París. Este fue uno de los mensajes clave del evento organizado por el Consejo Solar Global, en colaboración con la Unión Española Fotovoltaica (UNEF) y la International Solar Alliance (ISA), que se celebró en el marco de la 25ª Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP25).
Durante el evento, Jeffrey Sachs, asesor especial de las Naciones Unidas, destacó que “con las actuales políticas estamos en la senda de un aumento de 3° C de la temperatura global. El próximo año es la última oportunidad para que ésta se mantenga por debajo de los 1.5°C y se preserve la estabilidad climática. Las emisiones cero para 2050 deberían ser el único objetivo para todos los países que llegarán a la COP el próximo año. Tenemos que insistir en que los gobiernos establezcan planes para lograr este objetivo”. Sachs señaló también que Europa y Asia deberían trabajar juntas para liderar la transición energética.
En este sentido, los expertos reunidos en el evento destacaron que la energía fotovoltaica debería estar en el centro de las estrategias de descarbonización y que la estabilidad regulatoria es fundamental para cumplir los objetivos climáticos. La energía fotovoltaica tiene aplicaciones importantes tanto en las comunidades rurales, donde puede aumentar el acceso a la electricidad, como en la electrificación del sector industrial, donde es la mejor solución para lograr electricidad con cero emisiones. Pranav Mehta, presidente del Consejo Solar Global, declaró: “La energía fotovoltaica tiene un gran potencial en la lucha contra la pobreza. Es importante contar con marcos regulatorios claros y de largo plazo para que el sector privado aporte inversiones sostenibles a los países en desarrollo”.
Otro mensaje clave del evento fue la necesidad que la transición energética sea una transición justa. El desarrollo de la energía fotovoltaica supone la creación de muchos empleos locales y de calidad, tanto en el ámbito de las grandes plantas como para los proyectos de autoconsumo. En este sentido, se destacó que la fotovoltaica puede contribuir a cumplir muchos Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, no solo el Objetivo 7 de energía asequible y limpia y el objetivo 13 de acción climática, sino también el objetivo 8 de trabajo decente y el objetivo 9 de industrialización sostenible y resiliente infraestructura.
En Europa, en 2019 se instalaron casi 17 GW de nueva potencia fotovoltaica, y los expertos prevén el comienzo de una nueva década de crecimiento solar en la que España será un mercado líder.
“Hay que cambiar la mentalidad de los ciudadanos, para que no solo sean consumidores, sino que también pasen a ser productores, ya que la generación distribuida brinda la oportunidad de producir la energía limpia y contribuir a la lucha contra la crisis climática. El tiempo para la energía solar es ahora. Es la hora de actuar«, comentó José Donoso, Director General de UNEF.
Fuente : Unión Española Fotovoltaica