El Diario Oficial de Galicia publica hoy la orden de la Consellería de Medio Rural por la que se convocan las ayudas para constituir e iniciar la actividad de Sociedades de Fomento Forestal (Sofor) para el año 2016, con un presupuesto inicial de 250.000 euros. El plazo de presentación de solicitudes para acogerse a estas ayudas comenzará a partir de mañana, día siguiente al de la publicación de esta orden en el DOG, y finalizará el próximo 15 de marzo de 2016.
Igual que en las anteriores convocatorias, se presentan dos líneas de ayudas. Por un lado, las destinadas a constituir Sofor y por otro las que tienen por objeto apoyar el inicio de la actividad de aquellas sociedades con inscripción definitiva en su correspondiente registro.
En el primero caso, podrán solicitar las ayudas las agrupaciones de propietarios forestales constituidas formalmente e inscritas en el registro de asociaciones de la Consellería de Presidencia, Administraciones Públicas y Justicia. También, otras entidades jurídicas de derecho privado que agrupen personas propietarias forestales con una finalidad de gestionar y comercializar en común los recursos forestales de los terrenos que gestionen, inscritas segundo a legislación sectorial que les sea de aplicación. Además, podrán beneficiarse de estas aportaciones las Sofor con inscripción previa en el registro (RSofor) para conseguir su inscripción definitiva, siempre y cuando no obtuvieran subvención para su inscripción previa. En el según caso –ayudas para inicio de la actividad–, podrán solicitar ayudas las Sofor con inscripción definitiva en su registro.
Los objetivos de estas ayudas pasan por fomentar sistemas de gestión conjunta de los aprovechamientos forestales, incluidos los aprovechamientos y la comercialización de las producciones forestales dirigidos a mejorar la ordenación y gestión de los montes gallegos. También, por conseguir una rentabilidad de las propiedades forestales de las personas silvicultoras y posibilitar una adecuada gestión sostenible de las superficies forestales de propiedad privada y conseguir superficies suficientes de gestión conjunta y que se apliquen instrumentos de gestión forestal. Además, se persigue reducir el nivel de abandono del monte gallego y disminuir el riesgo de incendios forestales.